En la madrugada, mientras observaba atentamente como mi hija se movía en su cuna tratando de conciliar el sueño, tuve la sensación de que la vida pasa desapercibida para la mayoría de nosotros.
Tal vez muchos se cuestionen por un planteamiento que, sin duda alguna, es mencionado diariamente, pero que en miras de hallar una verdad, muestra la realidad tal cual como es: dolorosa, vergonzosa, simpática, romántica, penumbroza, alegre…
Pocas son las personas que se indagan de lo que han hecho en su vida, no todos han llegado a concluir que el éxito para si es inminente y nadie ha sentido que su vida está llena completamente de glorias que le hacen sentirse vivo, feliz, complacido…
Puede que todo esto suene a reflexión personal a la que muchos, seguramente, no estarán interesados, pero viéndolo desde una perspectiva más cercana enmarca la realidad de un juego donde cada uno está expuesto a los más sumisos pensamientos, a las acciones más inesperadas…
Cada quien es una experiencia única e irrepetible, a pesar de que existan deseos reprimidos de ser como otros, de robar una vida que no le pertenece, de besar los pies de quienes frente a otras condiciones llevan una vida poco comparable a la nuestra…
He sido testigo de casos similares y, a pesar de la cercanía que he tenido con ellos, no he podido lograr convencerme de que la vida es tan frágil como un barco de papel en medio de aguas turbias, pues todavía no he logrado descifrar los restos de experiencias que han comprometido mis pensamientos en momentos contundentes…
Y, ¿de todo esto qué es lo que queda? Nada que pueda perfeccionar mi existir. Sólo quedan amargos recuerdos de momentos que hicieron de mí una persona sin un rumbo, sin una decisión firme de continuar libre de presiones sociales absurdas…
Quizá existan personas que al leer esto piensen que tengo resentimientos, pero, como se dice popularmente, al que le caiga el guante que se lo chante. Yo hablo por mi experiencia y, sin duda alguna, puedo revelar lo absurdo que puede ser que todos intenten ser algo que no pueden, algo que nunca complementará su vida…
Además de todo, dirán que soy poco creativa en lo que escribo, pero al comenzar mi rol como mamá la mirada hacia el mundo ha cambiado de matiz inesperadamente. Puedo perfectamente decir que he desentrañado mis más profundos temores para superarlos y encontrar la luz que podrá darme la victoria frente a mi pequeñita…
Al final de la noche decidí acostar a Luciana conmigo para sentirla cerca de mi, para mentalizarme que sin ella no hubiera podido abrir mis ojos para buscar el camino seguro a un futuro incierto al que ella más adelante tendrá que impregnarle con su propio color, su propia pasión los más extraordinarios pensamientos y sentimientos…hasta que pueda comprender que, al igual que su mamá, tendrá que construir su propio YO!
Tal vez muchos se cuestionen por un planteamiento que, sin duda alguna, es mencionado diariamente, pero que en miras de hallar una verdad, muestra la realidad tal cual como es: dolorosa, vergonzosa, simpática, romántica, penumbroza, alegre…
Pocas son las personas que se indagan de lo que han hecho en su vida, no todos han llegado a concluir que el éxito para si es inminente y nadie ha sentido que su vida está llena completamente de glorias que le hacen sentirse vivo, feliz, complacido…
Puede que todo esto suene a reflexión personal a la que muchos, seguramente, no estarán interesados, pero viéndolo desde una perspectiva más cercana enmarca la realidad de un juego donde cada uno está expuesto a los más sumisos pensamientos, a las acciones más inesperadas…
Cada quien es una experiencia única e irrepetible, a pesar de que existan deseos reprimidos de ser como otros, de robar una vida que no le pertenece, de besar los pies de quienes frente a otras condiciones llevan una vida poco comparable a la nuestra…
He sido testigo de casos similares y, a pesar de la cercanía que he tenido con ellos, no he podido lograr convencerme de que la vida es tan frágil como un barco de papel en medio de aguas turbias, pues todavía no he logrado descifrar los restos de experiencias que han comprometido mis pensamientos en momentos contundentes…
Y, ¿de todo esto qué es lo que queda? Nada que pueda perfeccionar mi existir. Sólo quedan amargos recuerdos de momentos que hicieron de mí una persona sin un rumbo, sin una decisión firme de continuar libre de presiones sociales absurdas…
Quizá existan personas que al leer esto piensen que tengo resentimientos, pero, como se dice popularmente, al que le caiga el guante que se lo chante. Yo hablo por mi experiencia y, sin duda alguna, puedo revelar lo absurdo que puede ser que todos intenten ser algo que no pueden, algo que nunca complementará su vida…
Además de todo, dirán que soy poco creativa en lo que escribo, pero al comenzar mi rol como mamá la mirada hacia el mundo ha cambiado de matiz inesperadamente. Puedo perfectamente decir que he desentrañado mis más profundos temores para superarlos y encontrar la luz que podrá darme la victoria frente a mi pequeñita…
Al final de la noche decidí acostar a Luciana conmigo para sentirla cerca de mi, para mentalizarme que sin ella no hubiera podido abrir mis ojos para buscar el camino seguro a un futuro incierto al que ella más adelante tendrá que impregnarle con su propio color, su propia pasión los más extraordinarios pensamientos y sentimientos…hasta que pueda comprender que, al igual que su mamá, tendrá que construir su propio YO!