About Me

Medellin, Colombia
Pensar, imaginar, expresar, plasmar, figurar, opinar…la simpleza hace parte de mi vida, con ella soy capaz de llenar vacíos insólitos, de alegrar momentos amargos, de apreciar lo que significan las letras, de volar en mundos extraños por medio de palabras escuetas…existen miles de rarezas que engrandecen mi existir, con ellas inspiro mi alma, inspiro mi ser…por ellas soy lo que soy, por ellas me apasiono por lo que hago, lo que siento, lo que vivo cada instante en que las letras, la fotografía, la música, las imágenes, los chocolates, los colores, pasan por mi lado para hacerme creer que hay en el mundo experiencias inigualables, prescindibles, especiales…

sábado, 9 de febrero de 2008

PENSANDO EN VOZ ALTA

Su cigarrillo iba por la mitad cuando entré en la sala de espera del hotel. Estaba sentado frente a dos sillas vacías y para juzgar por sus expresiones faciales, parecía no estar muy a gusto con su soledad.

Miraba de un lado a otro como intentado encontrar algo, como si quisiera que alguien tomara la iniciativa de dirigirle la palabra aunque fuera para decirle “buenos días”.

Por unos segundos, volteó su rostro hacia el lado donde yo estaba. Yo, intimidada por su mirada intensa, penetré mis ojos en el periódico del día que estaba sobre una mesa de té.


Continuaba impaciente. Movía sus piernas incansablemente, las cruzaba y descruzaba con frecuencia, hasta que la aburrición, la bulla o el desespero lo hizo caminar hacia el restaurante, que por cierto, a esa hora, estaba solo.

Pasó por detrás de mí, yo continué leyendo y, tras pasar unos minutos quise ver las noticias en la televisión. No me percaté en ningún momento que él se dirigía hacia donde yo estaba.

Me iba a poner de pie para irme cuando sentí la voz de un hombre, gruesa y enredada que me pedía permiso para fumar en el asiento frente a mí. Yo con mi cabeza asenté para decirle que no me molestaba y mas si me iba a ir.

Tomé mi bolso, mire mi celular para ver la hora y él entabló una conversación para romper la monotonía del silencio. Era difícil entenderle, sin embargo, hice un esfuerzo para deducir lo que me contaba.

Comenzó diciéndome que se sentía extraño de estar en Medellín, ya que hacia treinta años no venía. Su madre, en medio del temor por el terrorismo y la situación crítica de la época, decidió enviarlo a Estados Unidos a que él mismo escribiera su propia historia lejos de las cadenas del dolor.

La separación de sus familiares y amigos se convirtió en un borrador para su memoria, poco o nada era lo que recordaba de su vieja casa y era insólito como había olvidado por completo las calles de su ciudad natal.

Mientras seguía hablando, sostenía un cigarrillo Malvoro entre sus dedos, que no prendió hasta que yo me fui del hall. Continuó su historia. Parecía que había sido un poco traumática para él, pues el gran amor de su vida lo abandonó cuando su hijo apenas tenía tres meses de nacido. El dolor le invadió y nunca entendió la razón verdadera, pero nada fue tan grande como el amor que tenía por su primer y único hijo.


Trabajó incansablemente en Las Vegas para darle la vida que se merecía y para que algún día, conciente de lo que tenía que hacer, agradeciera todo lo que su padre había hecho para sacarlo adelante.

Ahora su hijo tiene 18 años y ama la vida que ha llevado a su lado, no se interesa por tener un contacto directo con su mamá y estudia fuertemente para ser una gran persona.

No recuerdo exactamente como llegue a contarle sobre mi hija, Luciana, pero supe en el momento cuan orgullosa me siento de ser mamá. Si tan solo ella llegará a imaginarse el esfuerzo que sus papitos están haciendo para darle todo el amor del mundo, sabría de inmediato que es la niña más afortunada del mundo. Pero ¿saben? Creo que es así.

La conversación se interrumpió por 10 segundos. Luego me miro y aseguró que su país, su gente, su comida, ¡su todo! no lo cambiaría por nada del mundo.

Mientras escuchaba la reflexión, recordé mi año y medio por fuera del país y supe de inmediato que realmente había sido tocada por un ángel, porque al volver a mi casa comencé a ver la vida desde otra perspectiva, comencé a crecer realmente.

He agradecido siempre el esfuerzo que mis padres hicieron por darme esa gran oportunidad, sin embargo, creo que no hubiera logrado lo mismo si hubiera permanecido en el “país de las oportunidades”. Me parece ”necia” esa determinación, pues las oportunidades las construimos nosotros mismos a medida que caminamos, tropezamos y aprendemos de nuestros errores.

No pensé nunca que alguien tan sencillo, con una imagen tan impecable y que yo no conocía, llegaría para mostrarme un punto de la vida que yo había dejado en el olvido, no porque quisiera, sino porque mi memoria es rebelde y se abstiene de mostrarme siempre lo que quiero.

Finalmente, luego de otro tormentoso silencio, decidí pararme. Me preguntó mi nombre, le respondí y con una grata mirada me dijo con una sonrisa gratificante y satisfactoria: “Mucho gusto, yo soy Juan Carlos”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una buena narración en la que se incluye quien cuenta. Una buena historia, bien escrita y con reflexiones muy personales.

Anónimo dijo...

Hello. This post is likeable, and your blog is very interesting, congratulations :-). I will add in my blogroll =). If possible gives a last there on my blog, it is about the Webcam, I hope you enjoy. The address is http://webcam-brasil.blogspot.com. A hug.

Anónimo dijo...

que rico se me puso dura